Carmen.
Pocas mujeres han ejercido de musa tantas veces como ella. Pushkin, Merimée, Bizet. Todos rendidos a los pies de esta poderosa mujer. No es, por tanto, de extrañar que en pleno siglo XXI siga siendo fuente de inspiración. Pero no cualquier Carmen, no. No la Carmen protagonista de esa melodía que todos tendréis en la cabeza, esa tampoco. Carmen Machi. Una artista prolífica como pocas, brillante como ninguna.
Esta vez fue Miguel del Arco (otro genio) el que se inspiró en ella para hacer la obra de "Juicio a una zorra". En ella, Machi da vida a Helena de Troya y le concede la oportunidad de que sea ELLA la que cuente su historia. Al fin, de una vez por todas, ella misma puede describir lo que pasó y será el público quien la juzgue, ya que la Historia ya dictó su sentencia hace mucho tiempo.
¿Fue en verdad una zorra como dicen? ¿Fue la más bella? ¿La más afortunada? ¿La más desdichada? ¿Borracha? ¿Lujuriosa? ¿Cauta? ¿Indecente? Y lo más importante... ¿quién lo determina?
En este monólogo de 60 minutos, Carmen Machi llora, ríe, baila, bebe, grita... muestra la humanidad de Helena, una simple mujer cansada del juicio de la eternidad. Y lo hace como es ella, brillante, pero sencilla; divina, pero a la vez terrenal. Maravillosa como ella sola, demostrando que el teatro está más vivo que nunca.
Podría daros miles de motivos para ir a verla. Una obra feminista y en femenino. Con un director y una actriz encantadores (el debate que hubo al finalizar fue maravilloso) y con una trama sobre Helena que gira en torno a quién escribe la Historia, algo que nunca pasa de moda. Si esto no os convence, id solo por el hecho de experimentar la catarsis en estado puro. Porque Machi no solo te llega, sino que te agarra, te zarandea, te rompe los esquemas y te desarma. Y eso merece la pena vivirlo.
Para más información, entrad en la web de El Pavón Teatro Kamikaze: http://teatrokamikaze.com/