¿Qué hay después de la guerra? ¿Existe un antes y un después? Martín Caparrós lo tiene claro: "...después de la guerra es antes de la guerra es siempre o casi siempre...la guerra no empieza ni termina, sus manifestaciones, sí".
Primera parte. Primer impacto. Si la guerra no tiene final, ¿entonces qué hay después? ¿Hay un después? Quizá sí. O puede que no. Mientras tratamos de averiguar la respuesta, los más de 30 colaboradores del proyecto de 5W intentan ponerle imagen y palabras a esas heridas abiertas, a esa destrucción que siempre está ahí. Porque da igual el lugar o el momento del conflicto, el horror siempre se abre paso.
Habréis llegado hasta aquí preguntándoos qué es 5W. Pues bien, ellos mismos se describen así:
"Somos un grupo ambulante con ganas de pensar, escribir y fotografiar. Lo que está lejos siempre fue una obsesión que dominaba nuestras conversaciones. ¿Cómo llevar eso a la gente? Un día nos preguntamos si podíamos explicar el mundo con las 5W del periodismo: Who, What, When, Where, Why.
Sabíamos que en el siglo XX la respuesta a esas cinco preguntas tenía que estar en la entradilla de la noticia, porque la gente no leía nada más. Y que en el siglo XXI teníamos que hacerlo en 140 caracteres, porque la gente no leía nada más. Así que se nos ocurrió escribir un poco más para los que querían leer un poco más. Se nos ocurrió dar vueltas por el mundo y detenernos para esculpir cada persona, cada hecho, cada momento, cada lugar y cada motivo. Porque cada W merece un respeto".
Alto y claro. Con sinceridad y sin tapujos. Así son ellos. Y así es su revista 5W. Desde Siria, pasando por El Salvador y Corea del Norte, para detenerse en Somalia y Pakistán y finalizar el viaje en Kosovo y luego, Palestina. Esas solo son algunas de las paradas del recorrido. Digo algunas, porque su revista, sus reportajes van mucho más allá.
Ven lo que nadie ve. Hablan sobre lo que nadie habla. Muestran lo que nadie quiere mostrar. ¿Por qué? Porque cada W merece un respeto.
Sinceramente, el resultado es maravillosamente desolador. Me explico. Maravilloso, porque da gusto leer periodismo de calidad, poder aprender sobre temas que no salen en las portadas de los periódicos, que están muchas veces en la sombra, pero que son igual de importantes (o más). Desolador, porque hay tanta miseria, tanta destrucción, tanto odio y rencor, tanta pelea sin sentido, tanta muerte, tanta injusticia, tanto horror, que no hay papel suficiente en el mundo para poder plasmarlo.
¿Por qué yo sí y ellos no? ¿Por qué no se habla de los miles de desaparecidos? ¿Por qué se mata por religión o por dinero? ¿Por qué todos luchan por la Guerra, pero nadie por la Paz? Y lo peor de todo, ¿por qué somos tan indiferentes al sufrimiento?
Quizá a algunos leer esta revista les lleve a la catarsis, al igual que las tragedias griegas en la época clásica. Sin embargo, dudo que este sea el objetivo de 5W. Informar no tiene el fin de que almacenemos contenido en nuestra memoria cual ordenadores. Aprender, leer, entender, sirve para movilizar, ponemos en camino para poder cambiar las cosas. Una voz no puede cambiar el mundo, pensaréis. Pero es que no es solo una, son muchas, muchas más. Solo hay que ponerse en marcha. Como decía Gandhi, tenemos que ser el cambio que queremos ver en el mundo.
Por eso, esta revista no son simplemente reportajes sobre temas poco conocidos. Quieren llegar a donde nadie más llega, quieren que tú y yo, gente normal y corriente, conozca esas realidades y se involucre en ellas.
Ahora no podemos usar la excusa de que no lo sabíamos. Ahora, gracias a 5W, lo conocemos. Y depende de nosotros ignorarlo o actuar. Ahora, es nuestro turno. Y tú ¿qué vas a hacer?
En pocas palabras: una revista maravillosa, desoladora y muy, muy interesante, que recomiendo a todo el que tenga una pizca de curiosidad por el mundo que le rodea. Periodismo de calidad, natural y sin tapujos. Enhorabuena, 5W.