Las segundas partes nunca fueron buenas. ¿Cuántas veces
habremos oído esto? Pero, ¿qué pasa con las terceras? Hay quien dice que las
trilogías podrían ser consideradas la medida
perfecta, suficiente para enganchar al lector, cautivarlo, pero sin aburrirlo.
Una historia que se alarga demasiado puede llegar a ser tediosa…o no. Solo hay
que pensar en JK Rowling y el fenómeno de Harry Potter. En cualquier caso, en
la literatura, al igual que en muchos otros ámbitos de la vida, no hay pautas
fijas. Quizá por eso sea tan difícil encontrar la medida exacta.
No sería la primera vez que un autor tiene una buena
historia en mente; escribe la primera novela; de repente alcanza un éxito
brutal y decide continuar alargando esa historia-que seguramente ya estaba
completa en sí misma-, consiguiendo así desinflar
el argumento. ¡Qué fácil es perderse en la vorágine de la fama!
No obstante, esto no se aplica al caso de Dolores Redondo y
la Trilogía del Baztán. Los tres libros componen un triángulo perfecto,
sosteniéndose y completándose unos a otros. Podrían entenderse por separado,
claro, pero juntos crean una sinergia increíblemente potente.
De por sí, el hecho de ser una novela negra ya (parece que)
implica bastante intensidad. La historia de una detective que resuelve una
serie de asesinatos conectados entre sí es una de las dos tramas principales de
esta trilogía, que a medida que avanza va sumergiéndote más en el mundo de
Amaia Salazar, acercándote al pequeño pueblo de Elizondo y al maravilloso
paisaje de esa región de Navarra.
Sin embargo, la trilogía no es simplemente una buena
historia de policías y crímenes. Es mucho más. Redondo combina un excelente
thriller con aspectos de la cultura tradicional de la región, aportando matices
fantásticos que, a pesar de lo que pudiera parecer al comienzo, hacen la
historia más real; más humana. ¿Cuánta gente del noroeste de España no ha oído
hablar de las meigas? ¿O en Euskadi y Navarra sobre la Eguzkilore? Podremos creer o no en ello, pero forman parte
de nuestra cultura y de la parte más íntima del ser humano.
Precisamente por esto es por lo que las reflexiones de Amaia
a lo largo del libro cobran mucha fuerza. No sé mi atrevería a decir que esto
último ha sido lo que más me ha llamado la atención de la trilogía, pero sí que
he de admitir que sin ellas no creo que las novelas me hubieran gustado tanto. A
continuación tenéis una de las que más me han cautivado.
“No hay miedo como el
que ya se ha probado, del que se conoce el sabor, el olor y el tacto. Un viejo
y mohoso vampiro que duerme sepultado bajo cotidianeidad y orden, y que
mantenemos alejado, fingiendo una calma tan falsa como las sonrisas
sincronizadas. No hay miedo como el que conocimos un día y que permanecía
inmóvil, respirando como un jadeo húmedo en algún lugar de nuestra mente. No
hay miedo como el que produce la sola posibilidad de que el miedo regrese.
Durante los sueños vislumbramos la luz roja que sigue encendida, recordándonos
que no está vencido, que sólo duerme, y que sientes suerte no volverá. Porque
sabes que si regresara, no lo resistirías; si volviese, acabaría contigo y con
tu cordura”.
Así que, ¡qué puedo decir! Hacía mucho que no leía ficción y
la verdad es que no podría haber elegido mejor. La película no me ha
entusiasmado demasiado, pero la trilogía es más que recomendable: se lee muy
bien y consigue evadirte en cuanto comienzas a leer. Ya sabéis ¿a qué esperáis?
Buenas noches, Lucía. Sensacional esta nueva entrada. A mí me encantaron lis dos primeros y no tanto el tercero. No vi la película. No me la recomendaron. He pasado tu dirección a unas compis. Les encanta tu reseña. Un besito muy fuerte y muchas gracias por compartir estos apuntes tan interesantes.un abrazo.
ResponderEliminarDe acuerdo contigo en que Dolores Redondo consigue escribir un buen thriller enraizado en la cultura y las tradiciones del Valle, con algunas pinceladas mágicas que sorprenden. Los desenlaces son un poco rápidos pero mantiene .un buen ritmo y consigue enganchar al lector. Ejemplo de cómo se puede escribir una novela entretenida con un estilo literario más que correcto. La película decepcionante y totalmente prescindible.
ResponderEliminar