jueves, 24 de diciembre de 2015

Ve y pon un centinela - Go Set a Watchman


"Eres daltónica, Jean Louise. Siempre lo has sido y siempre lo serás. Las únicas diferencias que ves entre un ser humano y otro son diferencias de aspecto, de inteligencia, de carácter y esas cosas. Nunca te han empujado a mirar a la gente como raza, y ahora que la raza es el tema candente, sigues siendo incapaz de pensar en términos de raza. Tú solo ves personas".

Este es simplemente un extracto de la obra Ve y pon un centinela de la aclamada Harper Lee. A principios de este año os conté el descubrimiento de este libro. Matar un ruiseñor me impresionó tanto que no podía esperar a tener la secuela en mis manos. No obstante, también me preocupaba las expectativas que tenía al respecto. ¿Y si Ve y pon un centinela no era tan bueno? ¿Y si mi opinión sobre Harper Lee cambiaba? Quizás había exagerado con Matar un ruiseñor... 



Cuando finalmente me hice con el libro, ya no sabía qué esperar. O más bien, qué no esperar. Inmersa en un mar de dudas y con la sombra de Matar un ruiseñor acechándome a medida que pasaba las páginas, fui avanzando. 12. 25. 70. Era apasionante. Tuve que dejarlo a un lado debido a otros proyectos, pero cuando volví a él, me enganchó incluso más. 

Esta vez, la autora se centra en el personaje de Jean Louise. Ahora, ella es una mujer adulta. La pequeña niña inocente de la otra novela ha madurado y se cuestiona todo, incluso lo que su padre defiende. Nada es como antes. Hasta Maycomb no parece el mismo. Pero ¿qué es lo que ha cambiado exactamente?

"¿Qué desgracia era aquella que había caído sobre las personas a las que amaba? ¿La veía acaso en toda su crudeza porque había estado lejos? ¿Había ido filtrándose poco a poco, a lo largo de los años, hasta ahora, o lo había tenido siempre delante de las narices y no lo había visto?"

De nuevo en esta obra aparecen las relaciones entre la gente de color y la gente blanca en Estados Unidos. No obstante, en esta ocasión la tensión ha aumentado y los discursos están cargados de rabia y odio. En Ve y pon un centinela, Harper Lee se vuelve más directa, más sincera, más fuerte y dura. Muestra el mundo tan cruel como es, sin endulzarlo. 

"Los prejuicios, una palabra sucia, y la fe, una palabra limpia, tienen algo en común: ambas comienzan donde termina la razón."

¿Qué es lo bueno y lo malo? ¿Justo o injusto? Scout reflexiona sobre estas cuestiones con el fin de encontrar la respuesta correcta... ¿Lo conseguirá?

“La isla de cada ser humano, Jean Louise, el centinela de cada uno, es su conciencia. No existe eso de la conciencia colectiva.”

En pocas palabras: una genial y provocadora novela que te hace reflexionar sobre la moral y el racismo. Complemento perfecto de Matar un ruiseñor. ¡Gracias, Harper Lee!















“You deny them hope. Any man in this world, Atticus, any man who has a head and arms and legs, was born with hope in his heart. You won’t find that in the Constitution, I picked that up in church somewhere. They are simple people, most of them, but that doesn’t make them subhuman.”

This is just a small extract from Go Set a Watchman by Harper Lee. Early this year I told you about the discovery of this book. I was so impressed by To Kill A Mockingbird that I could not help but feel excited about the publishing of this sequel. However, there was also a downside. What if Go Set a Watchman was worse? What if it made me change my mind about Harper Lee? Had I overreacted to To Kill a Mockingbird


When I finally got the book, I did not know what to expect. Yet, my messy mind and I began reading. However, the shade of To Kill a Mockingbird haunted me throughout the pages. 5. 12. 25. 70...  It was extremely gripping. I had to stop for a while due to other projects, but when I came back to it, it was even more exciting. 


In this book, the author focuses on Jean Louise. She is a grown woman now. The little naive girl has matured. She questions everything, even what his so-loved father says. Maycomb does not look the same to her. What is it that has changed?

“Remember this also: it’s always easy to look back and see what we were, yesterday, ten years ago. It is hard to see what we are. If you can master that trick, you’ll get along.”

Once more, the relations between white and black people in the USA are described throughout the pages. Yet, it is different from the other book. Tension has increased and the discourses are full of rage and hatred. In this book, Harper Lee becomes more direct, more honest, stronger and tougher. She shows the world as cruel as it is, without sweetening it. 

“Prejudice, a dirty word, and faith, a clean one, have something in common: they both begin where reason ends.”

What is wrong or right? Just or unjust? Scout reflects about all these questions with the final aim of finding the correct answer. Will she? 

“Every man’s island, Jean Louise, every man’s watchman, is his conscience. There is no such thing as a collective conscious.”

In few words: a great and thought-provoking book that makes you reflect about morality and racism. It completes To Kill a Mockingbird. Thank you, Harper Lee!


enpocaspalabras8@gmail.com

miércoles, 16 de diciembre de 2015

El alcalde de Zalamea

"En un día el sol alumbra
y falta; en un día se trueca
un reino todo; en un día
es edificio una peña;
en un día una batalla
perdida y victoria ostenta;
en un día tiene el mar
tranquilidad y tormenta;
Esen un día nace un hombre
y muere; luego pudiera
en un día ver mi amor
sobra y luz, como planeta;
pena y dicha, como imperio;
fente y brutos, como selva;
paz e inquietud como mar;
triunfo y ruina, como guerra;
vida y muerte, como dueño
de sentidos y potencias".



Ufffffff ¡qué forma de comenzar! Estas palabras corresponden al personaje de Álvaro en la obra El alcalde de Zalamea, del inigualable Calderón de la Barca. Componen, personalmente, una de las mejores intervenciones de la pieza.

Os preguntaréis por qué ahora de repente os hablo de esto. Muy sencillo. La Compañía Nacional de Teatro Clásico se ha encargado de darle vida a esta obra emblemática y está actualmente representándola en el rehabilitado Teatro de la Comedia.

Afortunadamente, he tenido la oportunidad de verla y ha sido magnífica. Con un inmejorable Carmelo Gómez como Pedro Crespo encabezando un elenco fantástico, hasta el propio Calderón de la Barca se habría quitado el sombrero ante ellos. Pero no solo los actores. La  puesta en escena y la escenografía han sido excelentes. Y unos efectos especiales...Increíbles. Sin duda, la suma de todos estos factores la convierte en un imperdible.






Además, a lo largo de toda la obra aparece el tema del honor, un clásico entre los clásicos. En la época este valor era algo fundamental, igualado solo con la propia vida. Esto se puede apreciar en numerosos momentos, como en la intervención: "¿Qué importará, si está muerto mí, el quedar yo vivo?".También el tema de la sangre y los estamentos. El alcalde de Zalamea plantea una crítica abierta a este tipo de sociedad, demostrando que el haber nacido siendo villano o noble en verdad solo es una etiqueta.


En pocas palabras: un clásico más que interesante, magistralmente interpretado por la Compañía Nacional de Teatro Clásico.