viernes, 22 de abril de 2016

Si esto es un hombre

Si esto es un hombre

Los que vivís seguros
En vuestras casas caldeadas
Los que os encontráis, al volver por la tarde,
La comida caliente y los rostros amigos:
Considerad si es un hombre
Quien trabaja en el fango
Quien no conoce la paz
Quien lucha por la mitad de un panecillo
Quien muere por un sí o por un no.
Considerad si es una mujer
Quien no tiene cabellos ni nombre
Ni fuerzas para recordarlo
Vacía la mirada y frío el regazo
Como una rana invernal.
Pensad que esto ha sucedido:
Os encomiendo estas palabras.
Grabadlas en vuestros corazones
Al estar en casa, al ir por la calle,
Al acostaros, al levantaros;
Repetídselas a vuestros hijos.
O que vuestra casa se derrumbe,
La enfermedad os imposibilite,
Vuestros descendientes os vuelvan el rostro.

Primo Levi.



Así comienza la novela Si esto es un hombre (Se questo è un uomo) de Primo Levi. Absolutamente estremecedor. No hay palabras para describir el horror de los campos de concentración. Cualquier adjetivo se queda corto. Ojalá aprendamos de una vez y nunca más vuelva a ocurrir algo así. Por eso, es necesario que hagamos caso a Primo Levi:

Pensad que esto ha sucedido:
Os encomiendo estas palabras.
Grabadlas en vuestros corazones
Al estar en casa, al ir por la calle,
Al acostaros, al levantaros;
Repetídselas a vuestros hijos.




¡Buena semana y feliz Día del Libro!



**Grazie mille per avermelo fatto vedere, carina. Grazie per tutto...**




domingo, 10 de abril de 2016

El Príncipe: ¿el fin justifica los medios?

Hayamos leído o no El Príncipe de Maquiavelo todos identificamos la cita del título con su autor. Curiosamente, esta no aparece en ningún momento a lo largo de este tratado de teoría política. Hay quien dice que fue extraída de la obra de Hermmann Busenbaum o que fue el propio Napoleón quien la dijo tras leer la obra de Maquiavelo. Sea como fuere, es innegable que la cita resume a la perfección El Príncipe, donde se defienden las maneras más déspotas de hacer política.

No nos vamos a engañar: no es un libro entretenido. Es teoría pura y dura. Quien lo vaya a leer pensando encontrar un relato ameno, más le vale cambiar y coger otra novela. No obstante, dentro de su contexto y teniendo todo lo anterior en mente, me ha parecido muy interesante. 

Parece mentira que una teoría que fue desarrollada a principios del siglo XVI, siga siendo perfectamente aplicable hoy en día. ¿Esto es bueno? Para Maquiavelo, sin duda, sí. ¡Quién le iba a decir que su obra iba a pasar a la posteridad! ¿Y para nosotros? Personalmente, no lo tengo tan claro... Me preocupa pensar que muchos políticos se basan en esta obra a la hora de actuar. La teoría maquiavélica no tiene ningún trasfondo ético o moral. Todo vale con tal de mantenerse en el poder. PODER. Ese veneno que corrompe a quien lo tiene. 

Aquí os dejo algunas de las citas de esta obra que desde luego invitan a la reflexión: 

"Un príncipe, pues, no debe tener otro objeto, ni otra preocupación, ni considerar competencia suya cosa alguna, excepto la guerra y su organización y dirección, porque este es un arte que corresponde exclusivamente a quien manda".

"Los hombres vacilan menos en hacer daño a quien se hace amar que a quien se hace temer, pues el amor emana de una vinculación basada en la obligación, la cual (por maldad humana) queda rota siempre que la propia utilidad da motivo para ello, mientras que el temor emana del miedo al castigo, el cual jamás te abandona. Debe, no obstante, el príncipe hacerse temer de manera que si le es imposible ganarse el amor, consiga evitar el odio, porque puede combinarse perfectamente el ser temido y no ser odiado.".

"La experiencia muestra en nuestro tiempo que quienes han hecho grandes cosas han sido los príncipes que han tenido pocos miramientos hacia sus propias promesas y que han sabido burlar con astucia el ingenio de los hombres. Al final han superado a quienes se han fundado en la lealtad".

¿Qué os parece? ¿Estáis de acuerdo con Maquiavelo?

En pocas palabras: una obra de teoría política muy interesante, pero dura y fría. No recomendable como lectura entretenida. 

viernes, 1 de abril de 2016

Hamlet: ¡Ser o no ser, esa es la cuestión!

"El ser y el no ser a un mismo tiempo y de forma tan ilimitada como él mismo es capaz de pensarse, el sueño de una conciencia infinita. Un poema ilimitado habitado por un personaje ilimitado sobre un escenario que es puro espacio mental. ¡Alto! Si lo sigo pensando, tal vez sea incapaz de seguir adelante… O tal vez siga adelante y no sea capaz de pensar. La contradicción no ha hecho más que empezar. Me agarro a la frase de Nietzsche: «¡Contradícete a ti mismo! Para vivir es necesario permanecer dividido»". Miguel del Arco (Director del Montaje)


Fiel. Los que me conocen, saben que me gustan mucho más las interpretaciones fieles al texto original que las "modernizaciones" de las obras. Pensar en Hamlet es pensar en duda existencial, en contradicción. Un Príncipe sin esa crisis existencial ("¡Ser o no ser,  esa es la cuestión!") no tiene cabida en la representación de esta obra. Duda. Dicotomía. ¿Qué hacer? ¿Qué no hacer? Hamlet respira esa duda . La siente. La transmite. Israel Elejalde no interpreta un papel: él ES Hamlet, él ES la duda.

Sorprendente. Gritos a pleno pulmón, Cambios de luces. Carreras. Espadas. Cortinas. Una combinación magistral de elementos que aporta un gran dinamismo a la obra. Solo quiero destacar un pequeño detalle: hay un momento en el que Ofelia se pone a cantar algo parecido a reggaeton, que, personalmente, me pareció que salía un poco de la nada. No obstante, el conjunto me ha gustado mucho. ¡Y qué actores!

Ahora empiezan la gira por España. Aquí podéis ver las fechas. ¡No os lo perdáis! 



En pocas palabras: un Hamlet tradicional con una puesta en escena innovadora. Sorprendente.