“—Todo es cuestión de buen
gusto — me dice—; lo más importante, señor, es que hay que tener buen gusto. El
mundo sería otro si hubiera más gente con algo de buen gusto. Todas las cosas
horrorosas —así las llama— como la mentira, la traición, el robo, la denuncia,
etc., tienen un denominador común: la gente que las hace no tiene ni pizca de
buen gusto (…) Lo que permitió a los persas seguir siendo
persas durante dos mil quinientos años, lo que ha permitido que sigamos siendo
nosotros mismos a pesar de tantas guerras, invasiones y ocupaciones, no ha sido
nuestra fuerza material sino espiritual, nuestra poesía y no la técnica,
nuestra religión y no las fábricas. ¿Qué
le hemos dado
al mundo nosotros? Le hemos dado la poesía, la
miniatura y la alfombra. Ya ve usted, desde un punto de vista productivo, todas
ellas son cosas inútiles. Pero justamente por medio de ellas nos
expresamos a nosotros mismos. Nosotros hemos dado al mundo
esa inutilidad tan maravillosa, tan irrepetible”.
“Esa inutilidad tan maravillosa, tan
irrepetible”. Esas últimas palabras siguen haciendo eco tiempo después de
haberlas leído. En ellas se esconde la clave de lo que llevó al Sha al fracaso.
Él quería reinar en un país desarrollado,
igual que otras potencias occidentales. Más máquinas, más carreteras, más petróleo.
Más, más, más. Más miedo, más persecución, más armas. Pero menos libertad,
menos educación, menos derechos. Menos, menos, cada vez menos. Seremos la potencia más industrializada, pero
no formaremos a nuestros ciudadanos, porque son una amenaza para el poder.
Poder. ¡Cuántas desgracias ha causado el ansia por el poder!
El Sha lo vivió en su propia piel. El poder lo conquistó y lo consumió. Lo
elevó a las alturas y lo hundió en la miseria. El Sha o la desmesura del poder. Así tituló Ryszard Kapuściński a
esta obra. Un título más que acertado.
No son pocas las obras que narran la Revolución iraní de 1979. Diferentes
perspectivas, diversas ideologías. Lo que suelen tener la mayoría en común es
que giran en torno a la figura de Jomeini. Quién era, cómo era, qué hizo después. Es innegable que es un personaje fundamental a la hora
de entender la revolución y lo que es Irán hoy en día. No obstante, muchas
veces se menosprecia –o simplemente se deja de lado- la figura del Sha. Por eso
me ha parecido tan interesante este libro. Las consecuencias de la revolución
son claras, pero ¿cómo se llegó a eso? ¿cuál fue el desencadenante final? Kapuściński
da las claves fundamentales en menos de 200 hojas, a través de una narración clara
y ligera.
Hace más o menos un año una amiga me descubrió a Kapuściński. Se había
quedado maravillada por Ébano y no
podía parar de hablar de lo mucho que le gustaba este escritor. Nos volvimos locas
buscando El Sha o la desmesura del poder,
porque por los motivos que fuera, no lo encontrábamos en ninguna biblioteca. Y
justo hace tres semanas, lo vi en la estantería de mi hermana—quien además
dice que este es un LIBRO con mayúsculas. A mí me gusta mucho la cita de Marcel
Prévost que encabeza este blog: "El
hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma".
Sin duda, este fue un hallazgo afortunado. No sé si habrá cambiado mi sino,
pero desde luego me ha descubierto nuevos horizontes. Y continuaré indagando
más en la obra de este gran autor polaco. ¡Ya os contaré cómo sigue esta historia!
Esto va por todos los hallazgos de buenos libros que tú me has hecho llegar.
ResponderEliminar¡Y los que quedan!
Aprovecho para repetirte lo mucho que me gusta el diseño del blog.
Un abrazo :)
Otra estupenda crítica, Lucía. Maravillosos valores esconde para toda la sociedad. Ojalá se comprendieran.
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